jueves, 8 de agosto de 2013

homenaje al chorro: el pilón tuvo que esperar.

...............el pilón tuvo que esperar.
   Corrían los años setenta y nueve u ochenta, y el ir a Villarta era comparable – sin perras, claro está- como ir hoy en día a Ibiza o lo que más se parecía a unas vacaciones de verdad. Como adolecente de la época, en Madrid no te dejaban pasar a muchas discotecas y como decía había otras crisis peores que las de hoy, las cuales no permitían a nuestros padres regalarnos mucho los hocicos, como ellos hubiesen querido.
Pero no obstante siempre teníamos la vía de escape del pueblo, aventuras en familia, como ir con mi tío Juan – otro jefe Siux- a Guadiana a pasar el día a la ermita, y por la tarde poner el trasmallo en Guadiana con largos baños al atardecer y su peculiar manera de nadar en Guadiana – como un rano- pero que gran mérito tienen estas personas de tierra, con borras todo el día, defenderse como se defendían en un medio que no era el suyo y sin clases de natación, no como ahora nuestros hijos, seguro que fue fruto de caerse algún día al agua y sin más remedio salir a trancallas e ir perfeccionando.
Luego venían los guisos de peces, las migas o las sopas con tomate sin menos preciar el ajoblanco, y sin olvidarse de los melones y las sandias, que previamente nos regalaba el tío “ceja blanca” en aquellas maravillosas huertas del pantano. Las frutas quedaban metidas al fresco en el propio pantano para que estuviesen frescas. Después de comer según mi madre no se podía salir de donde estuviéramos – según ella, estaban cayendo bichos del calor que hacía- nunca lo entendí, como lo de no bañarme después de comer……….pero entonces venía la siesta, aquí seguro que empecé a aficionarme a este arte Villarteño sin igual, aunque más de una vez nos dieron una pelfa que otra por escaparnos en plena siesta.
Cuando volvíamos al pueblo a última hora del día comenzaba, la otra aventura……..aquí no se paraba de tener sorpresas todo el día, arreglarnos y salir pitando anca el andaluz o donde Alonso -el orden de los factores no alteraba el circuito- además podías pedir unos culebros y sin carnet ni hostias, y que decir de horarios de apertura como de cierre……………para que luego digan que los “after” nacieron en Ibiza, tururuuuuuu.
Ese verano mi hermana mayor, ya tenía pandilla de años atrás y era más asidua que yo a los veranos del pueblo, así que una noche nos enzarzamos en una trifulca con unos mozos del pueblo, los cuales al verme con mi hermana parriba y pabajo, pensaron que yo era su novio de Madrid y que decir tiene, que las tradiciones son las tradiciones y los Villarteños………cabezones de coooness, luego comenzaron a demandarme la tan afamada “arroba de vino”- amos no me jodas, pero si yo soy de Villarta, nacido y casi criado – aquí vinieron los tira y afloja, librándome por los pelos, al final tuve que demostrar que no era foráneo y me aceptaron como vernáculo, con recelos aun viendo el DNI………que cabeza más dura o que amor al drinki, nos pasamos una fiesta de aupa, y el pilón tuvo que esperar o solo quedar para refrescarnos la modorra que pillamos ese día.
…………………….luego haciendo apología de una vieja película, el pilón tuvo que esperar, aunque pasara el tiempo y toda la vida no será suficiente para olvidarte Nana.
Ehperomarin

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Ehpe por hacernos participes de tus recuerdos.
Casi me pierdo este relato pues me fui al pueblo y allí me deseinternetizo por completo y cuando he vuelto lo he visto por causalidad al pinchar en agosto y salir todas las noticias de este mes.
Puentenuevo.